Impacto socioeconómico de la resistencia a los antimicrobianos: bajo el enfoque Una Salud en Perú y Latinoamérica

Resumen

La resistencia a los antimicrobianos (RAM) se ha consolidado en la última década como una de las principales amenazas sanitarias y socioeconómicas en el Perú y Latinoamérica. En el presente estudio se evaluó las evidencias recientes de la resistencia a los antimicrobianos sobre el aspecto sanitario, económico bajo el enfoque Una Salud (humanos, animales, ambiente) en Perú y Latinoamérica, identificando brechas y oportunidades de políticas. Se realizó una revisión estructurada de literatura científica y de informes institucionales (PubMed, bases de datos de la FAO, PAHO, GLASS, literatura gris) entre 2015 y 2025. Se seleccionaron estudios con datos empíricos en humanos, producción animal y ambiente, y también modelos económicos y epidemiológicos. Se sintetizó evidencia sobre mortalidad, costos, uso de antimicrobianos (AMU), prácticas de producción animal, contaminantes ambientales y políticas de control. Los resultados evidenciaron que la RAM representa una carga sanitaria sustancial en Latinoamérica y Perú, con muertes atribuibles y asociadas significativas según estudios globales/modelados. En Perú, estudios clínicos documentan costos crecientes de infecciones resistentes (bacteriemia neonatal). En producción animal, existe uso elevado de antimicrobianos con prácticas subóptimas; intervenciones productivas podrían reducir el uso futuro. En el ambiente, se documentan resistomas en aguas residuales y suelos agrícolas. Las proyecciones macroeconómicas indican pérdidas potenciales si no se actúa. Las políticas en Perú evidencian un avance multisectorial, pero persisten brechas en vigilancia integrada (humana, animal, ambiental). Se concluye que la resistencia antimicrobiana constituye una crisis sanitaria y socioeconómica en Perú y Latinoamérica; su impacto trasciende el ámbito clínico y se proyecta hacia la producción animal, el ambiente y la economía nacional, exigiendo soluciones integrales y multisectoriales, tales como fortalecer la vigilancia integrada, regular el uso de antimicrobianos en humanos y animales, implementar medidas de prevención de infecciones, invertir en tratamiento de aguas y desarrollar estudios económicos nacionales que orienten la inversión pública.